Cáncer gástrico, raro pero letal en España. Un libro blanco presenta las últimas actualizaciones en el abordaje y tratamiento de estos tumores.

Gema Maldonado Cantero

El cáncer gástrico presenta un amplio margen de mejora en su detección y abordaje en España. Aunque ocupa la posición 12 en incidencia en nuestro país, su mortalidad es muy alta debido a que el 80% de los casos se diagnostica en fase metastásica, cuando "la posibilidad de cura es prácticamente nula", señala el Dr. Javier Sastre, oncólogo del Hospital Universitario Clínico San Carlos de Madrid.

Esta situación contrasta con países asiáticos, donde el 60% se detecta en etapas precoces gracias a programas de cribado. En España, la falta de una prueba "de alta sensibilidad, poco invasiva y barata" dificulta la prevención secundaria de este cáncer, que además presenta síntomas muy inespecíficos como náuseas, pérdida de peso o ardores estomacales.

La Fundación ECO ha presentado en Madrid el Libro blanco del cáncer gástrico y de unión gastroesofágica desarrollado con el apoyo de Astellas. El documento actualiza todos los aspectos de la enfermedad y señala a los biomarcadores como clave para mejorar la supervivencia, que actualmente apenas alcanza el 28%.

"El cáncer gástrico se ha incorporado a la medicina de precisión, con nuevos marcadores y terapias dirigidas", afirma la Dra. Ruth Vera, pero no al mismo ritmo que otros tumores sólidos debido a su heterogeneidad histológica y molecular.

Entre los avances destacados figura la identificación de claudina 18.2 (CLDN18.2) como diana terapéutica, para la que ya existe un tratamiento específico, zolbetuximab, aprobado por la Agencia Europea de Medicamentos en 2024 aunque todavía sin financiación en España.

El Dr. Fernando Rivera, del Hospital Universitario Valdecilla, advierte sobre los retrasos diagnósticos:

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A veces la demora es excesiva porque no se piensa en este tumor todo lo que se debiera. Y un mes de retraso en el diagnóstico cambia todo

Los expertos coinciden en la necesidad de mayor concienciación tanto en médicos de familia como en la sociedad, especialmente ante el aumento de casos en menores de 50 años. Pilar Ruiz, presidenta de la Asociación Contra el Cáncer Gástrico y Gastrectomizados, quien fue diagnosticada en la treintena tras "ocho años tratada con omeprazol", reclama: "Tiene que haber un tiempo estimado para derivar al especialista cuando una sintomatología perdura en el tiempo".

Entre las mejoras necesarias destacan el acceso desde atención primaria a gastroscopias de calidad, mayor formación de profesionales de anatomía patológica, más personal y equipos, así como la obligatoriedad de comités especializados multidisciplinares en todos los hospitales que traten este tipo de cáncer.